Francisco Hernández
Hernández es su nombre, pero en Jaltocán es mejor conocido como “Don Chico” o
bien, como “chico Dios” por vivir a espaldas de la iglesia. Si bien pareciera
ser un hombre común a primera vista, no se necesita mucho tiempo para
percatarse de que es todo un personaje.
Hace ya 28 años su
difunta esposa, la señora Nohemí, anhelaba una cortina de papel picado para
adornar el altar de su hogar. Pero al no contar con los recursos económicos, “Don
Chico” se dio a la tarea de realizar una. Así fue como, sin la necesidad de un
maestro, empezó su travesía como artesano.
En la primera
entrevista que le hicimos ya dejaba entrever rasgos de su carácter sin mucho
indagar, nos dio la bienvenida como todos los días que vendrían, con una franca
sonrisa y generoso, invitándonos a comer o a beber lo que tuviera a la mano.
Don chico tenía tantas experiencias que contar y, sin embargo muchas tantas
interrogantes (nuestras) se quedaban en el viento, a él le gustaba
hablarnos de su vida y sus experiencias, de su recorrido desde el norte hasta
el sur del país, de su amor por el mar y de la huella que sólo un hombre
extraordinario puede dejar en cada persona que ha conocido a lo largo de su
vida, así como en cada una de sus creaciones, pero: ¿de dónde surge esa chispa
que consigue plasmar en cada una de sus artesanías? No fue sino casi al final
de esta aventura emprendida a su lado que logramos percatar del origen de su
genio creativo, más no es algo que sea fácil describir, te invito a echar un
vistazo a lo que pudimos indagar de este gran artesano, de sus procesos creativos,
así como algunos fragmentos de entrevistas donde entre otras cosas, nos narra
cómo es que su hermoso trabajo es concebido.
Hombre de gran corazón e inagotable creatividad
En efecto, conocer a Don Francisco es un privilegio y todo un gozo. Al intercambiar palabras rápidamente nos damos cuenta de su candidez y calidad humana. Felicidades a los alumnos del ProMDyA por la fortuna de trabajar con éste extraordinario artesano, y un merecido reconocimiento por la oportunidad de conocer y apreciar el trabajo de semejante creador.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Marcos. En efecto, ha sido un gran privilegio el tener la oportunidad de conocerlo y trabajar a su lado. Saludos! :)
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